Muestra histórica sobre barcos hundidos y estancias del Tuyú
La exposición a cargo de Marta Costas se inaugura el viernes a las 19 horas en la Casa de la Cultura.
Con el auspicio y la colaboración de la Dirección de Patrimonio y Actividades Culturales, se realizará la muestra denominada “Patrimonio Cultural del Tuyú” que expondrá obras de 4 estancias históricas que fueron pintadas en el marco del proyecto “Pintando estancias” en oportunidad del centenario de la ciudad y de barcos hundidos en las costas del Tuyú que la señora Costas, al frente del taller “Los fresnos” denominó “Duermen barcos y sueños en las tierras de Santos Vegas”.
La inauguración, que se realizará el viernes a las 19 horas en la Casa de la Cultura, contará con la disertación del Dr. Carlos Balcarce sobre la historia de Madariaga y el arqueólogo y buzo, Alejandro Agnelli sobre historias de naufragio.
Actuará también, el músico Rafael Climente (hijo) con el acompañamiento de músicos invitados.
En tanto el sábado, a las 19 horas, el Sr. Norberto Gómez disertará sobre el retrato “El vencedor” y actuará el coro municipal. La muestra se podrá visitar hasta el viernes 30 de septiembre.
Cabe destacar que allí no sólo se exponen pinturas, sino también las historias de esos barcos hundidos como el del “Buque Vavarchos” que en 1964 se partió en dos al salir del puerto y quedó varado durante años frente a Playa Grande, provocando una catástrofe económica y ambiental en la ciudad de Mar del Plata.
El buque abandonó los muelles a las 23 horas del 20 de octubre pero cuando llegó a la desembocadura del puerto rozó con el banco de arena y el casco se partió en dos. El capitán tuvo reflejos rápidos e hizo lo imposible para que la nave no quedara varada en ese lugar, lo que hubiera obligado a cerrar el puerto local.
Con el casco seriamente averiado la tripulación continuó a bordo y logró que el buque llegara al exterior de la estación marítima local. Luego comenzó a hundirse a unos 500 metros de Playa Grande y a unos 200 metros de la salida del puerto, donde permaneció durante años.
El Navarchos era un granelero de bandera griega de casco de acero, construido en 1944 en un astillero de Texas, en Estados Unidos. Pesaba unas 8 mil toneladas y medía alrededor de 440 pies de largo.
El accidente se produjo mientras llevaba a bordo más de 10 mil toneladas de cereal que había sido cargado en los silos marplatenses.
Según los informes de la época, la escasa profundidad del canal de acceso y la presencia de un enorme banco de arena -similar al que existe ahora- fueron las principales causas del incidente.
Los 33 tripulantes del Navarchos fueron rescatados de inmediato, pero lo peor vino después.
El barco, partido en dos, no pudo ser removido así que permaneció en ese mismo lugar durante muchísimo tiempo. Si bien el capitán pudo evitar que la nave quedara en medio de las escolleras, no logró alejarlo lo suficiente de la entrada al puerto.
Por ese motivo durante bastante tiempo los pescadores tuvieron que tener muchísima cautela cuando maniobraban por la zona.
A pocos días del accidente comenzó a salir del interior del barco una gran cantidad de combustible que contaminó toda la zona.
El verano de 1965 fue el peor de la historia para los concesionarios de Playa Grande. La arena se tiñó de negro y ningún turista pisó el lugar.
Además, el cereal que llevaba a bordo comenzó a descomponerse provocando un olor insoportable.
El Navarchos comenzó a hundirse y a desintegrarse y pasaron varios años hasta que fue retirado, aunque parte de su estructura continúa oculta bajo el mar.
La inauguración, que se realizará el viernes a las 19 horas en la Casa de la Cultura, contará con la disertación del Dr. Carlos Balcarce sobre la historia de Madariaga y el arqueólogo y buzo, Alejandro Agnelli sobre historias de naufragio.
Actuará también, el músico Rafael Climente (hijo) con el acompañamiento de músicos invitados.
En tanto el sábado, a las 19 horas, el Sr. Norberto Gómez disertará sobre el retrato “El vencedor” y actuará el coro municipal. La muestra se podrá visitar hasta el viernes 30 de septiembre.
Cabe destacar que allí no sólo se exponen pinturas, sino también las historias de esos barcos hundidos como el del “Buque Vavarchos” que en 1964 se partió en dos al salir del puerto y quedó varado durante años frente a Playa Grande, provocando una catástrofe económica y ambiental en la ciudad de Mar del Plata.
El buque abandonó los muelles a las 23 horas del 20 de octubre pero cuando llegó a la desembocadura del puerto rozó con el banco de arena y el casco se partió en dos. El capitán tuvo reflejos rápidos e hizo lo imposible para que la nave no quedara varada en ese lugar, lo que hubiera obligado a cerrar el puerto local.
Con el casco seriamente averiado la tripulación continuó a bordo y logró que el buque llegara al exterior de la estación marítima local. Luego comenzó a hundirse a unos 500 metros de Playa Grande y a unos 200 metros de la salida del puerto, donde permaneció durante años.
El Navarchos era un granelero de bandera griega de casco de acero, construido en 1944 en un astillero de Texas, en Estados Unidos. Pesaba unas 8 mil toneladas y medía alrededor de 440 pies de largo.
El accidente se produjo mientras llevaba a bordo más de 10 mil toneladas de cereal que había sido cargado en los silos marplatenses.
Según los informes de la época, la escasa profundidad del canal de acceso y la presencia de un enorme banco de arena -similar al que existe ahora- fueron las principales causas del incidente.
Los 33 tripulantes del Navarchos fueron rescatados de inmediato, pero lo peor vino después.
El barco, partido en dos, no pudo ser removido así que permaneció en ese mismo lugar durante muchísimo tiempo. Si bien el capitán pudo evitar que la nave quedara en medio de las escolleras, no logró alejarlo lo suficiente de la entrada al puerto.
Por ese motivo durante bastante tiempo los pescadores tuvieron que tener muchísima cautela cuando maniobraban por la zona.
A pocos días del accidente comenzó a salir del interior del barco una gran cantidad de combustible que contaminó toda la zona.
El verano de 1965 fue el peor de la historia para los concesionarios de Playa Grande. La arena se tiñó de negro y ningún turista pisó el lugar.
Además, el cereal que llevaba a bordo comenzó a descomponerse provocando un olor insoportable.
El Navarchos comenzó a hundirse y a desintegrarse y pasaron varios años hasta que fue retirado, aunque parte de su estructura continúa oculta bajo el mar.