Hoy se celebra el Día Mundial contra el Cáncer
Bajo el lema “Nosotros podemos. Yo puedo” este año se busca ofrecer una oportunidad para reflexionar y pensar en lo que queremos hacer, para comprometernos y para actuar.
Hoy jueves se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, enfermedad que más vidas se cobra en el mundo y representa una de las mayores preocupaciones y problemas de la humanidad.
Esta fecha es importante para que toda la población pueda reflexionar al respecto, sobre todo acerca de la prevención. Al respecto, la Unión para el Control Internacional del Cáncer (UICC), la mayor ONG internacional, pide a las personas asumir responsabilidad reduciendo su propio riesgo de cáncer.
En Madariaga, haciendo propicia la fecha, la Dirección de Atención Primaria de Salud, a cargo del Dr. Sergio Capelli, mantuvo un primer contacto con autoridades de LALCEC a nivel local, a los fines de programar una próxima reunión para establecer estrategias en forma conjunta con el objetivo de establecer estrategias apuntando al diagnóstico precoz y medidas de prevención de esta enfermedad.
Medidas sencillas como dejar de fumar, comer menos carne roja y procesada, hacer ejercicio regularmente y reducir el consumo de alcohol pueden extender una vida saludable, y deben verse como la primera línea de defensa contra el cáncer y otras enfermedades no transmisibles.
Bajo el lema de la campaña We can. I can. (Nosotros Podemos. Yo puedo), el Día Mundial contra el Cáncer representa una oportunidad única para llamar la atención sobre lo que puede hacerse para tratar el cáncer y salvar millones de muertes evitables.
Esta enfermedad está considerada como una verdadera epidemia mundial, ya que es responsable de 8,2 millones de fallecimientos cada año, la mitad de los cuales (4 millones) corresponden a 'muertes prematuras' ya que son aquellas que involucran a personas comprendidas entre los 30 y los 69 años de edad.
En Argentina los tres tipos que más afectan a la población son el de mama, colon y pulmón; todos prevenibles o curables si se los detecta a tiempo.
Se estima que un 17,8% del total de la incidencia de cáncer en el país responde al cáncer de mama. Esta patología, si bien es el cáncer más frecuente en la mujer, no deja de lado a los hombres, afectando a uno de cada 100 mil.
La importancia de la detección temprana está dada porque el diagnóstico precoz aumenta la probabilidad de curación y, además, permite realizar tratamientos menos invasivos para las pacientes, con mejores resultados estéticos
La mamografía continúa siendo la herramienta más efectiva a la hora de detectar el cáncer de mama en sus estadios iniciales. Se recomiendo su realización a partir de los 35 años –en el caso de no presentar síntomas ni tener antecedentes- y una mamografía anual a partir de los 40
Cáncer de Colon: uno de los más fáciles de prevenir
El segundo cáncer más común en el país es el de colon y a su vez es el más fácil de prevenir. Progresa tan lentamente que, si se realizan controles periódicos, es posible detectarlo a tiempo. Se trata del más frecuente entre las personas mayores de 50 años.
Este tipo en particular de cáncer se desarrolla por factores hereditarios y ambientales. Por eso, se recomienda mantener hábitos de vida saludables, como la actividad física y la alimentación adecuada, que disminuyen el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
En tanto el cáncer de pulmón es el número 1 en hombres y el 3 en mujeres, según estadísticas de LALCEC. Está comúnmente asociado con el hábito de fumar; no obstante, entre el 10 y el 15% de las personas con esta enfermedad nunca han fumado.
Es importante destacar que la supervivencia promedio ha venido aumentando sensiblemente gracias a la implementación de terapias dirigidas mediante tratamientos moleculares, así como por el uso de nuevas drogas que permiten identificar al tumor.
Si bien el cáncer de pulmón suele no dar síntomas hasta llegar a estadios avanzados, entre los principales signos a prestar atención se destacan: tos persistente o que tiende a empeorar; dolor de pecho que suele agudizarse al respirar profundo; voz ronca; pérdida de peso y pérdida de apetito; esputo (flema) con sangre o color rojizo; falta de aire; sensación de cansancio o debilidad; infecciones persistentes o recurrentes como bronquiolitis y neumonía y silbidos al respirar (sibilancias).