La película "Implosión" llega a la sala del Espacio INCAA

Hoy es jueves de estreno y llega a la pantalla de la Casa de la Cultura el film Implosión, ganadora del Gran Premio a Mejor Película de la Competencia Argentina de BAFICI, que recupera como punto de partida dramático un acontecimiento brutal y un tanto olvidado: la masacre escolar ocurrida en Carmen de Patagones, en 2004, cuando un adolescente ingresó al aula y disparó a mansalva contra sus compañeros y compañeras, lo que provocó la muerte inmediata de tres estudiantes y varios heridos de gravedad.

Una serie de imágenes de archivo, fundidas en rojo, funcionarán como breve introducción para dar cuenta de la conmoción que suscitó la tragedia y presentar, como si fuera un coágulo todavía humeante, un trauma que perdura. Muchos años después, Pablo Saldías Kloster y Rodrigo Torres, sobrevivientes de la masacre y protagonistas del film, intentarán exorcizarlo. La forma en que lo hacen definirá la fuerza secreta de la película, su inestimable reserva emotiva: la experiencia real supeditada al orden de una ficción.

Después de pasar un día de caza en las afueras de la ciudad con un grupo de amigos, ya bien entrada la noche, Pablo y Rodrigo deciden repentinamente desviarse del camino y viajar rumbo a La Plata, en busca de quien fuera su victimario, dado que ciertos rumores sugieren que abandonó la clínica psiquiátrica donde se encontraba hasta entonces. Los protagonistas se referirán al autor de la masacre sin nombrarlo. Su presencia, determinante pero espectral, permanecerá en todo momento fuera de campo. Un carácter estrictamente elusivo determinará el trabajo con la puesta en escena. Implosión no renunciará nunca a esa premisa: no mostrar demasiado o limitarse a lo que consigan vislumbrar los personajes durante el transcurso del viaje. La posición de la cámara se mantendrá sobre todo en el asiento de atrás del vehículo, casi siempre de espaldas o bien cerca de ellos, casi como si los escoltara en la incertidumbre radical que activa su búsqueda.

De ese modo se desplazan Pablo y Rodrigo, como a tientas, en la más absoluta indefinición: qué hacer con el autor de la masacre, si vengarse o perdonarlo, o si es mejor olvidarse de él y volver a casa. En definitiva, cómo lidiar con el dolor de un hecho terrible -y en cierto modo inexplicable- que marcó a fuego sus vidas y que aún no pueden siquiera enunciar. A medida que vayan acercándose a un posible destino, su recorrido tomará inesperadamente una dirección distinta. Un nuevo desvío que apuntará el relato hacia otro tipo de viaje. Conocerán a dos muchachas de Ensenada, quienes les abrirán las puertas de un universo adolescente sostenido por un impulso festivo y desenfrenado.

En una fiesta de la que participan, se presentará ante ellos la oportunidad de poner en tensión la experiencia juvenil con su propia adolescencia, obturada antes de tiempo por la tragedia de la que fueron víctimas. Una deriva también incierta que persistirá más allá de la madrugada y que el film de Couter pareciera no poder dejar atrás, como si quedara, ella misma, atrapada bajo la lógica efusiva del tránsito nocturno. Así las cosas, el dilema que moviliza a los protagonistas respecto del conflicto que atraviesan pareciera tomar por completo la orientación final de una película cuya resolución resultará, por esa misma disposición vacilante, un poco apresurada.

Critica: Diego De Angelis

Casa de la Cultura: Alberti y Dr. Carlos Madariaga.

Entrada: general $ 100 / jubilados $ 50.

Proyección: jueves 06, viernes 07,  y miércoles 12 a las 21 Hs / domingo 09 a las 18 Hs.

Duración: 84 minutos.

Clasificación: Apta para mayores de 16 años.