El desentierro: de la muerte a la vida
El estreno de la semana llega con una coproducción Española-Argentina que tiene a grandes protagonistas, entre ellos, Leonardo Sbaraglia. Hoy a las 21 horas en la Casa de la Cultura.
Hoy es jueves de estreno y se renueva la cartelera del Espacio INCAA en Madariaga. En esta ocasión con la llegada de “El Desentierro”, un film con un guion diferente y dinámico.
La primera función será hoy a las 21 en la Casa de la Cultura, mañana viernes se volverá a proyectar en el mismo horario y el domingo a las 18 horas. El valor de la entrada general es de 50 pesos.
Acerca de la película:
Un árbol, una casa, un avión que aterriza, un entierro, un reencuentro entre primos, la prostitución, la corrupción, la política, un cruce de miradas que dicen mucho, una historia de amor... elementos que separados no significan nada y juntos conforman una historia que le otorga voz y verdad a tanto silencio y mentiras. La motivación: un hijo que busca a su padre, luego de recibir una crucial información. La búsqueda dará movimiento a un desafiante y oscuro thriller, relatando dos historias en paralelo, una ocurrida hace veinte años y otra en el presente.
El desentierro, es una ópera prima del valenciano Nacho Ruipérez, quien dirige y escribe este arriesgado thriller, una Coproducción Española-Argentina, que sucede en un pueblo de Levante. Jordi (Michel Noher) llega de Argentina para asistir al entierro de un importante político.
A partir de la inesperada aparición de Vera (Jelena Jovanova) decide investigar el pasado de su padre Pau (Leonardo Sbaraglia), desaparecido hace 20 años, quien tuvo una relación con una prostituta, Tirana (Nesrin Cavadzade). Cuenta con la ayuda de su primo hermano Diego (Jan Cornet), hijo del político fallecido y ahora convertido en un escritor errante que vive retirado.
Entre ellos existe una especial complicidad fruto de un fuerte pasado compartido, juntos comenzarán una investigación en búsqueda de Pau.
Nacho Ruipérez debuta con un guion diferente y dinámico. Su estilo es simbólico e impredecible, se relata más desde lo implícito, otorgándole forma a una película interactiva, una experiencia que excede la historia y una invitación para el espectador aburrido de lo explícito. El director tiene muy claro lo que quiere contar, qué detona la motivación del protagonista y dará movimiento a la historia con un ritmo muy personal; lo interesante es que incluye al espectador de manera permanente, con lo cual debemos prestar especial atención a la trama principal. El color del film está trazado por la voz del autor presente en cada secuencia.
Crítica de Laura Pacheco.