madariaga.gob.ar
Espacio INCAA: Así habló el cambista se proyectará desde las 18 horas

Espacio INCAA: Así habló el cambista se proyectará desde las 18 horas

La entrada puede conseguirse una hora antes de la función. Tiene un valor de 50 pesos.

cambista

Humberto Brause es cambista o, como a él le gusta definirse, el origen de todos los males. Si quiere conservar su pellejo en medio de su ambición sin límites por hacer dinero, tendrá que poner a prueba su dudoso código de ética y negociar con la corrupción de las altas esferas políticas, la debacle económica de la Argentina y los vaivenes de su absurdo matrimonio.

 

La propuesta de esta tarde del Espacio INCAA de Casa de la Cultura es “Así habló el cambista” el reciente estreno el director uruguayo Federico Veiroj que se proyectará esta tarde desde las 18 horas en la sala de casa de la Cultura (Madariaga y Alberti)

 

Las entradas pueden adquirirse una hora antes en boletería con un valor de 50 pesos.

 

La crítica de Roger Koza (Con los ojos abiertos)

 

Todas las películas de Veiroj examinan facetas de la masculinidad; en este magnífio y heterodoxo film noir, el famoso cambista del título interpretado magistralmente por Daniel Hendler glosa una forma de subjetividad masculina propia del capitalismo, cuya genealogía el director uruguayo remite a tiempos de Cristo.

 

El ascenso profesional y la vida doméstica, como la incertidumbre financiera ligada al poder político de Uruguay (e indirectamente de Argentina y Brasil), entre 1956 y 1975, constituyen el universo simbólico en el que se desenvuelve el personaje, cuya inescrupulosa y lábil moral no lo exime de ser una criatura cinematográfica que pueda despertar hasta una enigmática empatía.

 

El film no es otra cosa que un estudio minucioso de un hombre, sin ninguna apelación didáctica a una psicología que explique las acciones y sus decisiones.

 

La reconstrucción del período es tan precisa como la puesta en escena general, como se puede constatar en el empleo de música extradiegética, ciertos encuadres y travellings de gran elegancia y el infaltable recurso de la puesta en abismo para materializar la experiencia en sí de la consciencia del personaje, pasaje breve y notable, este último, que despega el relato de los emblemáticos escenarios claustrofóbicos. He aquí otra prueba cinematográfica de que “el dinero es el único dios visible”.