Autoridades del área de salud y de bomberos recorrieron la sede del SAME de Capital Federal

Recabaron datos acerca del funcionamiento. Además establecieron contacto con jefes de distintas áreas para planificar talleres y perfeccionamientos.

28.05.2019

Considerados uno de los tres mejores servicios de emergencia del mundo el SAME es una institución modelo con más de 30 años de existencia en la Capital Federal. Tal ha sido su éxito que la provincia de Buenos Aires adquirió sus programas y comenzó a instalarse en territorio bonaerense. En Madariaga el SAME llegó hace dos años y los funcionarios del área de salud trabajan para adquirir la mayor cantidad de conceptos que se puedan transmitir a los operadores.

 

El secretario de salud, Amadeo Echeverría, el director administrativo del Hospital Ana Rosa S. de Martínez Guerrero, Carlos Tagliaferro, y el Oficial Auxiliar de Bomberos Voluntarios de nuestra ciudad, Sebastián López, estuvieron durante este martes en la sede operativa de servicio de emergencias porteño que dirige el doctor Alberto Crescenti para recorrer los pasillo y conocer las distintas etapas de una emergencia en la gran urbe.

 

El director de emergencias, Roberto Cohen, el coordinador de eventos masivos, Jorge Montessi y la sub-gerente operativa, Claudia Devita, fueron tres los encargados de la visita guiada al edificio montado en el barrio de Villa Soldati.

 

Los funcionarios narraron anécdotas y explicaron que el sistema de salud capitalino cuenta con 34 hospitales, de los cuales 13 son de agudos, por lo que en cada uno de estos sitios tienen bases operativas de ambulancias lo que les permite llegar a tiempo a los llamados. A esto se le suman bases temporarias en lugares de alto tránsito –como el microcentro- y dos helicópteros con más de 60 helipuertos o lugares de descenso habilitados en todo el ejido urbano.

 

Detrás de cada puerta una sorpresa

 

El centro de comando es completamente nuevo e insonorizado. Su nivel de ruido es tal que parece una sala de cine llena de paneles que intentan bajar el ruido. En el frente una mega pantalla conformada por más de 30 lcd’s interconectados y que son operador por un oficial de la Policía Federal. Un llamado advierte sobre un choque en una autopista o un incendio de magnitud y ese oficial será el encargado de poner en pantalla a las cámaras más cercanas. Mientras un comité de crisis analizará la cantidad de móviles a despachar y si es necesario mandar unidades de trauma.

 

Todo al milímetro, al detalle, y con una pantalla que muestra contadores de llamados y los califica en verde, amarillo o rojo. Por día entran entre 900 y 1100 pedidos de auxilio que requieren de asistencia, aunque se recibe el triple de llamados y hay que catalogarlos, buscar el hospital más cercano, conseguir la ambulancia, controlar su recorrido por medio de gps y también la cama disponible para el paciente. Un lugar en donde el los segundos no sobran, sino que faltan.

Un operador atiende, hace las preguntas de rigor en hasta 6 idiomas y pide ayuda a un despachador que ya sabe que centro asistencial es el más cercano y por donde llegará la ambulancia. Al lado de todos ellos una psicóloga para ayudarlos si una jornada de trabajo se transforma en demasiado dura.

 

El éxito de la emergencia es la previsión”, dice Cohen a los funcionarios locales y, por eso, la capacitación es permanentemente junto con los simulacros. Solamente hoy más de 100 personas participaban de un curso sobre donación de órganos y protocolos para facilitar el traslado de lo ablacionado. Cada curso suma puntos y, por eso, el SAME está ávido de enseñar todo lo cosechado.

Por fuera del edificio principal en donde está el comando de operaciones un playón tiene estacionadas varias ambulancias y unidades específicas de catástrofe, triage y neonatología. Los encargados de este recorrido las abren, llaman a más médicos, hacen presentaciones de rigor y dejan acceder y tocar todo. Bolsos y aparatos como para atender a más de cincuenta personas se despliegan delante de los ojos de los visitantes. Cómo, cuándo y en qué situaciones se pueden utilizar cada uno de ellos son explicados en detalle.

Una ambulancia computarizada se transforma en la vedette por la presencia de un equipo multiparamétrico que permite saber como se encuentra el paciente según el movimiento del rodado. “No siempre ir rápido es sinónimo de salvar una vida”, dice el doctor Montessi al agregar que una frenada o un bache pueden provocar mayor sangrado en la víctima. “Nada de sirenas ni de velocidad porque eso pone nervioso a quién llevamos y nosotros lo precisamos tranquilo para salvarlo”, agrega mientras muestra que esa unidad es apta para realizar cirugías.

 

Dicen que hacemos las cosas bien

 

Para poder trabajar hay que estar comunicados y las nuevas tecnologías permiten saber desde el minuto uno dónde hay una emergencia. El llamado entra, el operador carga planillas y una computadora redacta un mensaje que se reparte en grupos del servicio de mensajería Telegram. Todas las fuerzas de seguridad están en ese grupo y no contentos con eso la computadora carga la foto del frente del lugar de la emergencia, las dimensiones de la edificación y la posible cantidad de afectados. Con esos datos se pone en movimiento escuadrón de triage; una camioneta con chofer, paramédico y psicólogo para llegar de manera rápida con aparatología específica que servirá para evaluar la situación.

“Si estamos conectados tenemos información y con ello podemos brindársela a la sociedad. En pocos minutos tenemos que saber datos de los afectados y comunicarlos de manera efectiva. Eso nos tranquiliza a nosotros, a los familiares que viven un momento de zozobra y a la comunidad misma”, explica Cohen mientras afirma que las capacitaciones a escuadrones de España, Suiza, Chile y Portugal son continuas porque “ellos dicen que hacemos las cosas bien, y por algo será”, repite.

 

Los funcionarios locales quedaron en contacto con los directivos y se planea una profesionalización desde los aspectos del despacho, manejo de unidades y del ámbito legal.