Hoy ultima proyección de "El Potro, fue lo mejor del amor"
La película basada en la vida del cantante cordobés se despide con una función a las 21 horas.
El film sobre la vida del Potro Rodrigo Bueno tendrá su última función en la sala del Espacio INCAA Madariaga y la oportunidad para quienes no la vieron es hoy, a las 21 horas.
Las entradas estará a la venta de 8 a 12 y luego de 20 a 21 horas en la boletería de la Casa de la Cultura a un valor de 50 pesos la general y de 25 para jubilados y menores.
A continuación la crítica de Victoria Duclos para Escribiendo Cine:
Rodrigo, muy joven y pelilargo, solo desea cantar. En este comienzo todo es ilusión y hay hasta cierta cuota de inocencia. La biopic rápidamente avanza hacia dos puntos de quiebre inmediatos en su vida: uno es el primer viaje a Buenos Aires y el otro es la trágica muerte de su padre mientras canta en un escenario.
En principio está todo el color de un primer “Bebote Cordobés”, y rápidamente todo lo que parece liviano y simpático se empieza a apagar y a virar hacia el costado más desenfrenado de la vida de Rodrigo ya constituido como El Potro, allí es donde la película define también su drama. Todos los secretos a voces se hacen presentes, pero más que nada se escarba en conflictos más humanos y contradicciones emocionales que estaban fuera del escenario y en lo más privado de su vida.
Rodrigo Romero saca provecho a su asombroso parecido físico para ponerse en la piel del Potro Cordobés y Lorena Muñoz sin dudas le ganó al riesgo de tener como protagonista a una persona que nunca había actuado ni cantado en su vida, porque no se hace evidente en ningún momento. Romero es fresco y magnético como supo ser Rodrigo.
Florencia Peña y Daniel Aráoz están impecables como Betty Olave y Eduardo Bueno. Pero quien se destaca al punto de compartir protagonismo es Fernán Mirás como el representante de Rodrigo. Es un personaje muy fuerte que actúa como catalizador de todo lo más emotivo de la película.
Calidad y momentos musicales que son joyitas, la película se aleja del lugar más espectacular y se mete en un costado más íntimo -y hasta más doloroso- de la figura. La directora vuelve a poner su cuota autoral en una película diseñada para ser popular.