Comienza hoy la "Semana Mundial de la Tiroides"
Estos días son utilizados para concientizar sobre la importancia de prestar atención a cualquier síntoma relacionado con el mal funcionamiento de la glándula.
El 25 de mayo es el Día Internacional de la Tiroides, glándula que se encuentra en la base del cuello y se encarga, junto a otras, de regular el funcionamiento del organismo.
Desde hace uno años, se decidió que también se celebraría la “Semana Mundial de la Tiroides” para que durante esos días se pueda concientizar sobre la importancia de prestar atención a cualquier síntoma relacionado con el mal funcionamiento de la tiroides.
La función principal de esta glándula es producir dos hormonas llamadas T3 y T4, que tienen la capacidad de actuar como el combustible para que todas las células de nuestro organismo funcionen correctamente. Cuando la tiroides produce menos hormonas (hipotiroidismo), todos los órganos comienzan a trabajar más lentamente y, consecuentemente, pueden aparecer algunos síntomas como cansancio, piel seca, dificultad para concentración, leve aumento de peso, etc. Dentro de las disfunciones tiroideas, los especialistas señalan una mayor prevalencia del hipotiroidismo a nivel general en la población.
Por el otro lado, cuando se produce mayor cantidad de hormonas que lo normal (hipertiroidismo) todas las funciones vitales están aceleradas y los síntomas más frecuentes incluyen la presencia de palpitaciones, sudoración, temblores, nerviosismo y ansiedad, entre otros. El hipertiroidismo es mucho menos frecuente, (0,2-0,5% de la población general), pero sus síntomas son generalmente más evidentes y esto lleva antes a la consulta médica.
La glándula tiroides puede funcionar correctamente y presentar alteraciones en su forma. El aumento de tamaño de la tiroides se denomina bocio y esta alteración puede presentarse en forma difusa o de manera localizada. Esto último es lo que denominamos nódulo tiroideo. Las cifras indican que la prevalencia de alteraciones de forma de la tiroides es cercana al 5% de la población general. Sólo un bajo porcentaje de los nódulos tiroideos (menos del 4%) terminará siendo maligno.